Las viviendas en planta baja son especialmente vulnerables a intrusiones por puertas y ventanas accesibles desde la calle.
Para reforzar su seguridad, es fundamental instalar cerraduras de seguridad, rejas en ventanas y sistemas de videovigilancia con cámaras visibles.
Las alarmas con sensores perimetrales ayudan a detectar intrusos antes de que accedan al interior.
Además, la presencia de iluminación exterior con sensores de movimiento actúa como medida disuasoria.
Si vives en un bajo, invierte en medidas de protección adaptadas a este tipo de vivienda y gana tranquilidad.